Rosquillas de anís caseras
Aunque las rosquillas de anís suelen hacerse en unos 50 o 60 minutos aproximadamente (sin contar el tiempo que debería reposar la masa para que la levadura hiciese su trabajo), nosotros queremos proponerte una forma diferente de hacerlas de una forma que no te llevará tanto tiempo, con lo que podrás preparar una merienda en menos tiempo del que te imaginas.
Es ideal para cuando no se tienen demasiados conocimientos de cocina, se quiere hacer algo rápido para la merienda o cuando no se tienen muchas ganas, sencillamente.
Para preparar esta elaboración necesitaremos los siguientes ingredientes:
- 500 gramos de harina.
- Azúcar glas.
- 8 cucharadas de leche (mejor si es leche entera)
- 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra suave (0,4º)
- 10 cucharadas de anís
- 2 huevos pequeños (o uno grande)
- 1 cucharadita de levadura química (también puede servir bicarbonato)
Modo de elaboración
Lo primero que hay que hacer es prevenir que puedan formarse grumos en la mezcla que vamos a hacer, por ello necesitamos tamizar la harina en un bol. Podemos hacerlo con un tamiz fino o con un colador, no nos llevará mucho tiempo y podremos evitar los grumos.
Cuando hayamos acabado echaremos todos los ingredientes en un bol grande, menos la harina y la levadura, y removemos bien. Cuando el azúcar se haya disuelto comenzaremos a incorporar la harina mezclada con la levadura, poco a poco, mientras continuamos batiendo sin parar.
Después podemos amasar con las manos, con los que podremos hacerlo de una manera más cómoda y rápida. Ahora ya podemos ir haciendo tiras y juntarlas por los extremos para hacer las rosquillas.
En una sartén pondremos a juego medio abundante aceite e iremos echando las rosquillas hasta que se pongan doradas, momento en el que las tendremos que sacar y poner en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite de la fritura, espolvorearemos azúcar blanquilla por encima, dejaremos enfriar y ya estarán listas para comer.
Consejos
Para saber si la masa de la rosquilla está hecha correctamente al freír, la masa debe abrirse un poco, lo que nos revelará que ya estarán listas para sacar, pero debemos haberles dado la vuelta para que se hayan dorado de manera equilibrada por ambos lados.
Podemos echarle un poco de zumo de naranja y ralladura de naranja para darles más sabor, cambiándolo si queremos por limón. Para una masa más dulce aún podemos añadirle una cucharada de miel.
No solo podemos ponerle azúcar para decorar sino que podemos ponerle toppins de chocolate o de colores, como podemos ver en la fotografía que ilustra esta receta.